Virgen de la hoz

Santuario

Virgen de la Hoz

Historia

En el centro del Señorío de Molina de Aragón se encuentra el Santuario de Ntra. Sra. de la Hoz, asentado en el lugar donde el río Gallo, toma forma de hoz a su paso por el término de Ventosa. El enclave es un paraje fabuloso de gigantescas rocas areniscas formadas, aproximadamente, hace ciento ochenta millones de años y cinceladas desde entonces por los agentes atmosféricos.

El Santuario entre en la historia inmediatamente pasada la reconquista de Molina en 1129 por Alfonso I "el batallador", cuando un zagal de Ventosa buscando la oveja perdida encontró la imagen de Ntra. Sra. de la Hoz escondida en la naturaleza salvaje para que no fuera profanada ni destruida por los árabes.

Se decidió construir en el lugar del hallazgo una ermita y una casa para acoger a los numerosos devotos que acudían a venerarla de todos los lugares de la comarca.

El obispo de Sigüenza. D. Joscelmo adquirió la propiedad del monasterio dando, a cambio, dando al dueño de aquel territorio, el conde D. Pedro, segundo señor de Molina, la mitad de la villa de Beteta. A pesar de esta permuta, los Señores de Molina siempre protegieron al Santuario y cuidaron con donaciones el culto a Ntra. Sra. de la Hoz. fruto de estos desvelos fue el asentamiento en el lugar de los canónigos regulares de San Agustín en 1231.

Posiblemente, a finales del siglo XII hasta principios del siglo XIV guardó el monasterio la orden militar-religiosa de los Templarios. Extinta la orden por sentencia de Clemente V en 1312 pasó el Santuario al cuidado de los monjes Cirtescienses de Óvila, cerca de Trillo. Éstos, descuidaron las obligaciones por la distancia, las pestes y las guerras que dejaron arruinada la ermita. Ante esta situación se encargo el cuidado del Santuario al Cabildo eclesiástico de Molina, éste tampoco demostró mucho celo en su cuidado, a juzgar por el estado del templo a finales del siglo XV.

El caballero molinés, D. Fernando de Burgos, reedifico el Santuario y e hizo una casa para ermitaños. Demostrando sus meritos y sin otro interés que la veneración y honra de la Virgen, solicitó el Patronato de la Hoz, concesión a la que accedió Julio II por bula en 1503.

Paralela a la historia escrita existen testimonios de la devoción de las personas de esta comarca a la madre de Dios. Sin duda alguna, durante nueve siglos, la Virgen, ha acompañado y protegido a nuestras gentes.

En la víspera de Pentecostés se celebra en el Santuario la fiesta principal en honor a Ntra. Sra. de la Hoz por cuenta y cargo del Patronato. En la cual se representa un Auto sacramental en relación a la historia y devoción de la Virgen. Además, doce pueblos cercanos al Santuario celebran sus rogativas en días señalados, algunos desde 1653.